Aumento de senos antes y después – la diferencia que se ve y se siente
La mamoplastia de aumento es una intervención quirúrgica de gran impacto físico y psicológico, muy popular en todo el mundo. Incrementa el volumen de las mamas, pero además perfecciona la forma y el aspecto en general. Por otro lado, mejora la autoimagen. La mujer se percibe más confiada y segura de sí misma. Al observar fotografías de un aumento de senos antes y después se aprecian realmente los beneficios logrados.
Que sea tan solicitada, no significa que se consiga en el supermercado. Es decir, un cirujano estético serio realizará un estudio completo a cada una de sus pacientes para decidir lo que le conviene, entre las opciones existentes. Entre el médico, su equipo y el paciente escogerán:
- Técnica quirúrgica:
- retromamaria o retroglandular, detrás de la glándula pero sobre el músculo
- retromuscular o retropectoral, entre los músculos pectorales.
- Abordaje: la prótesis puede ser introducida vía
- axilar: tomando ventaja de un pliegue natural.
- periareolar: haciendo el corte en la zona entre la areola y la piel alrededor. Es la más utilizada porque la cicatriz se disimula muy bien. Sin embargo, no procede en aquellos casos en que es menor de 3 cm.
- Submamaria: practicando la incisión a lo largo del surco inferior.
- Forma del implante: redonda o anatómica.
- Tipo de cubierta: lisa o texturizada, o de poliuretano. En estos últimos se produce un bajo porcentaje de contractura capsular.
- Perfil: alto, medio y bajo
- Medidas del implante: aquí mencionaré que el tamaño aunque importante es subjetivo. La selección debe conducir a la máxima comodidad, en toda ocasión.
- Relleno: suero fisiológico, hidrogel o gel de silicona.
Tipos de mamas
En buena medida las decisiones acerca de los puntos anteriores dependerán del modelo de seno de la paciente:
- Caídos: flácidos y con pezones señalando al suelo. Característicos de aquellas mujeres ya maduras, que han dado lactancia a sus hijos.
- Precipitados: presentan una curva ligera a nivel de la areola. Se observa en jóvenes entre 18 y 25 años.
- Pequeños: con escaso tejido graso, es el caso más frecuente de búsqueda de realce quirúrgico.
- Tubulares: con forma de berenjena, pezones chicos y muy separados el uno del otro.
- Semejantes a cilindros: se asemejan a la nariz de Snoopy, el famoso personaje animado.
- Pecho de paloma: deformados y desproporcionados.
- Pecho hundido: el busto está lleno de arrugas.
Cualquiera que sea la condición inicial la meta es común para toda mujer: senos perfectos, de apariencia saludable, buen tamaño, proporcionados y armoniosos. ¡Hoy eso es posible gracias a las mamoplastias!