Quizá os sorprenda si os digo que soy una señora de 82 años de edad, quizá no me imagináis en una página como ésta y mucho menos escribiendo por Internet, pero he querido escribir este comentario para demostrar que a mi edad aún se puede amar, y por supuesto que puedo aprender sobre ordenadores y saber navegar por Internet.

Os cuento mi historia: mi marido falleció hace ya muchos años, murió bastante joven el pobre y desgraciadamente me dejo sola, he pasado más de dos décadas sin nadie. Al principio fue muy duro, pues le echaba mucho de menos y la vida sin él se me hacía imposible. Por aquel entonces yo aún trabajaba en la tienda que teníamos los dos y eso me salvo de ir a peor.

Luego llegó mi jubilación y al cosa empeoró, cada vez me sentía más sola y desesperada, empecé a viajar, hacer amigas y relacionarme y encontré un poco la calma y la paz interior que buscaba, poco a poco empecé a sentirme mejor y han pasado los años y ahora se puede decir que me siento muy bien, pero noto que me falta algo.
file000202347658
Ya no se trata de un «busco pareja» al estilo de los jóvenes, pues yo ya ni puedo ni deseo tener ese tipo de relaciones, pero sí que me gustaría conocer a un hombre más o menos de mi edad, que aún esté en buenas condiciones de salud para poder compartir los días juntos y hacer las cosas que aún nos queden por vivir en esta vida, y es con este objetivo que me he registrado en una página Web llamada Loveprix.

Sigo echando de menos a mi marido, le amo y siempre será el hombre de mi vida, pero sé que él también querría verme feliz y no ver cómo termina mi vida sola sin nadie.

Deja una respuesta